Al Qaeda presuntamente nombró al egipcio Saif al-Adel como líder interino tras la muerte de Osama Bin Laden. Según fiscales estadounidenses, Al-Adel prestó servicios como uno de los más altos comandantes del Ejército. Se cree que colaboró en la planificación de los ataques con bomba contra las embajadas estadounidenses en Nairobi y Dar es Salaam en 1998. Al Qaeda emitió además un mensaje de audio póstumo que asegura fue grabado por Bin Laden la semana anterior a su muerte. En la grabación, Bin Laden celebra los levantamientos que están liberando al mundo árabe de los “tiranos”, según los calificó. El Talibán paquistaní, mientras tanto, emitió una nueva grabación en la que jura vengar la muerte de Bin Laden en el correr de los próximos meses y atacar organismos de inteligencia de Pakistán y Estados Unidos. En el Pentágono, el Secretario de Defensa Robert Gates afirmó no haber visto pruebas de que jerarcas paquistaníes supieran de la presencia de Bin Laden en Pakistán.
Gates declaró: “No he visto prueba alguna de que los más altos líderes supieran, de hecho vi pruebas de lo contrario, hasta el momento no tenemos pruebas. Con respecto a los demás, mi suposición es que alguien sabía”.