Estados Unidos impuso sanciones al Presidente sirio Bashar Al Assad y a otros altos funcionarios en respuesta a la represión de Siria contra los manifestantes a favor de la democracia. Estas sanciones congelan cualquier activo que tengan los altos funcionarios sirios y prohíben que los individuos y las empresas estadounidenses hagan negocios con Siria. Mientras tanto, testigos informaron que han visto a soldados sirios llevar a cabo redadas en hogares en la localidad de Arida, en la frontera entre Siria y El Líbano. El miércoles, Assad sostuvo que sus fuerzas habían cometido errores en la represión y dijo que el desorden del país está llegando a su fin. Al mismo tiempo, los soldados sirios siguieron bombardeando la localidad fronteriza de Tel Kalakh. Al menos 27 personas han sido asesinadas allí desde que se llevó a cabo una redada en dicha localidad el sábado, con soldados terrestres y tanques. Un residente sirio que huyó a El Líbano describió la destrucción generalizada.
El residente dijo: “Es terrorismo. Nos destruyeron y destruyeron Tel Kalakh. Hay cuerpos en el suelo, en las calles, y las casas están destruidas y las mezquitas están destruidas. No dejaron nada y lo transformaron en un asunto sectario entre los suníes y los alauíes. Los suníes han huido todos y solamente quedaron los ancianos y les estamos llevando pan”.