Alabama promulgó una nueva ley de inmigración incluso más severa que la medida de Arizona en la que se basó. Esta medida exigirá que la policía arreste a cualquier persona que sospeche esté en el país sin estatus legal y obligará a las escuelas públicas a determinar el estatus de inmigración de los estudiantes inscriptos. Esta ley también convierte en un delito dar refugio o transportar a un inmigrante indocumentado a sabiendas. El gobernador republicano Robert Bentley elogió esta ley, a la que calificó como la más severa del país.
Bentley dijo: “Es un proyecto de ley severo. Es el más severo del país. Pero nosotros queríamos un proyecto de ley severo”.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles dice que planea unirse a una coalición que impugnará esta ley en tribunales antes de que entre en vigor en septiembre.