Siria está extendiendo la represión contra manifestantes antigubernamentales que se oponen al Presidente Bashar al-Assad. El martes, se desplegaron tanques sirios a dos ciudades más tras las operaciones en curso en un área cercana a la frontera con Turquía. Sigue trascendiendo información sobre los ataques gubernamentales contra civiles en la ciudad de Jisr al-Shughour, de donde han huido miles de habitantes.
Una persona no identificada dijo: “Nos obligaron a abandonar nuestros hogares, mataron a nuestra gente, nos hicieron beber agua sucia, envenenaron la leche de los niños, atacaron Jisr y tuvimos que irnos de nuestras casas; ahora no sé dónde están mis tíos y tías’’.
Nuevas cifras proporcionadas por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos sostienen que los disturbios se cobraron la vida de casi 1.300 civiles y 340 soldados del gobierno desde que estallaron las protestas en marzo.