Los sirios huyen de una ciudad noroccidental por temor a las represalias por el asesinato de 120 efectivos de seguridad de ese país. Los habitantes de Jisr al-Shughur afirman ahora que los asesinatos fueron perpetrados por tropas sirias amotinadas que se rehusaron a ejecutar órdenes de atacar a los civiles. Un testigo dijo que las fuerzas del gobierno habían atacado la ciudad durante el fin de semana.
Un habitante relató: “Fueron a enterrar a Basel al-Masri y comenzaron a dispararnos desde el edificio de correos. Y había un helicóptero que volaba sobre nosotros y nos dispararon con los tanques y pusieron al Ejército frente a nosotros. No queremos que venga el Ejército. Mataron a nuestros jóvenes. Cuatro de mis primos murieron. Y mis dos hijos están heridos”.