El gobierno británico aúna esfuerzos para impedir que Rupert Murdoch presente una oferta para adquirir la BSkyB, desbaratando sus esperanzas de una rápida expansión en televisión al tiempo que aumentan las repercusiones del escándalo acerca de la intervención de teléfonos por parte de uno de sus periódicos. Se espera que el Parlamento británico apruebe una medida no vinculante a fin de ejercer presión sobre Murdoch para que deje sin efecto su voluntad de compra. El líder laborista Ed Miliband afirmó que los legisladores británicos responden a las exigencias del público.
Miliband dijo: “Es una oportunidad para que la Cámara Baja demuestre que comprende la profundidad de la preocupación del público, que comprende la magnitud de la indignación que hay y que comprende el punto fundamental, que no podemos permitir que Rupert Murdoch se expanda en la radioemisión británica mientras estas investigaciones… mientras estas acusaciones estén siendo investigadas y mientras sigan surgiendo”.
Murdoch se enfrenta a la presión de Estados Unidos que llama a investigar sus conglomerados mediáticos a fin de presentar acciones legales amparadas por la Ley de Prácticas Corruptas Extranjeras.
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