El gobierno libio niega las denuncias que afirman que ha desarrollado un plan para destruir Trípoli, la capital, si los rebeldes derrocan al coronel Muammar Gaddafi. Un enviado ruso había afirmado que le habían informado que el régimen de Gaddafi detonaría una serie de bombas por toda la ciudad si ésta cayera en manos de los rebeldes. Un vocero de Gaddafi, Moussa Ibrahim, denunció la acusación.
Moussa Ibrahim dijo: “Es absolutamente infundado y falso, nunca bombardearíamos nuestras ciudades, nunca bombardeamos ninguna ciudad libia, tal como lo hemos probado al mundo entero. Nos comunicamos con la oficina del Sr. Margelov y nos dijeron que nunca hicieron una declaración de ese tipo y que les parece muy raro que se hayan atribuido esas afirmaciones al Sr. Margelov”.