El Primer Ministro británico David Cameron anunció sus planes de realizar una sesión de emergencia en el Parlamento el miércoles para debatir el escándalo en aumento de las escuchas telefónicas, que ha amenazado al imperio de medios de comunicación de Rupert Murdoch y sacudido al gobierno británico. El domingo, detectives británicos arrestaron a Rebekah Brooks, ex directora de los periódicos de Murdoch, sospechosa de corrupción y de interceptar comunicaciones. Horas después, el Inspector de la Policía Metropolitana Paul Stephenson renunció tras las críticas contra él por el manejo que hizo la policía del escándalo de teléfonos pinchados. Mientras tanto en Washington, el segundo senador demócrata en importancia, Dick Durbin, de Illinois, reclamó que el Congreso llevara a cabo audiencias e investigaciones del imperio periodístico de Murdoch en Estados Unidos.
Durbin afirmó: “Lo que está sucediendo en Inglaterra es sorprendente, el grado de violación de la ley al que llegaron por publicar una historia. Debemos seguir adelante con la investigación del FBI y también del Congreso”.