En Noruega se hizo hoy un minuto de silencio para rendir homenaje a las 93 personas asesinadas el viernes en el doble atentado perpetrado en Oslo y en un campamento juvenil en una isla. El noruego acusado de llevar a cabo los ataques, Anders Breivik, compareció en una audiencia judicial cerrada en el día de hoy. Ha sido descrito como un extremista antiislámico de derecha. La policía dice que Breivik primero hizo estallar una potente bomba en las afueras de edificios gubernamentales en el centro de Oslo y provocó la muerte de siete personas. Luego tomó un transbordador a una isla lejana donde mató a tiros a por lo menos 86 personas, muchas de ellas adolescentes que estaban en un campamento de verano para activistas jóvenes del Partido Laborista.
Eskil Perdersen, dirigente de la juventud del Partido Laborista, dijo: “Vivimos una tragedia horrible que supera nuestras peores pesadillas. Perdimos a muchos de nuestros mejores amigos y a excelentes miembros. Si bien [el asesino] segó sus vidas, nunca podrá borrar aquello en lo que creían y que los apasionaba. Creían en la tolerancia y estaban en contra del racismo”.
Algunos de los sobrevivientes describieron el ataque en el campamento juvenil. Estos dos jóvenes de dieciséis años lograron ocultarse del hombre armado.
Kavitiraa Aravinthan dijo: “Apareció un tirador en nuestro campamento”.
Hana Barzingi dijo: “Parecía un policía, tenía el uniforme y el arma y todo. Pero la policía no usa armas en Noruega…”.
Aravinthan dijo: “Por lo que fue aterrador. Al principio estábamos reunidos. Llegó y empezó a disparar y todos pensamos que era una broma”.
Barzingi dijo: “Pero se siente como una pesadilla, no puedo creer que sea real”.
Kavitiraa Aravinthan dijo: “Es realmente extraño y aterrador, realmente aterrador”.
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