Washington sigue en un impasse por el endeudamiento nacional. El lunes en la noche, el Presidente Barack Obama y el Presidente de la Cámara de Representantes John Boehner, se dirigieron a la nación en el horario central televisivo. Obama reiteró su llamado a lo que describió como un enfoque equilibrado de la reducción del déficit que supone recortes de gastos e incrementos de impuestos a los más ricos.
El Presidente declaró: “La única razón por la que este enfoque equilibrado no está en vías de convertirse en ley en este momento es porque un significativo número de republicanos del Congreso siguen insistiendo en un enfoque que sólo contempla recortes y que no le pide ningún aporte a los estadounidenses más ricos o a las empresas más grandes. Y como no se les pide nada a los que están en lo más alto de la escala de ingresos, tal enfoque cerraría el déficit únicamente con recortes más severos a los programas que a todos nos importan, recortes que implican una carga aún mayor para las familias trabajadoras”.
Poco después que el Presidente Obama se dirigiera a la nación, el Presidente de la Cámara de Representantes John Boehner respondió en un discurso televisado.
Boehner afirmó: “El Presidente es categórico en que no podemos hacer cambios fundamentales a nuestros programas sociales. Como padre de dos hijas, sé que esos programas ya no van a existir para ellas y sus hijos si no se toman medidas firmes ahora. La triste verdad es que el Presidente quería un cheque en blanco hace seis meses, y hoy también quiere un cheque en blanco. Y eso, sencillamente, no va a pasar”.