El alcalde de la ciudad afgana de Kandahar fue asesinado por un terrorista suicida el miércoles, mientras salía de una reunión de la municipalidad. Ghulam Haidar Hamidi, quien tenía ciudadanía afgana y estadounidense, había manifestado estar preocupado por su seguridad en los últimos meses. Hamidi es la víctima más reciente de una seguidilla de atentados cuyo blanco han sido funcionarios afganos con estrechos vínculos con Estados Unidos. El medio hermano del Presidente Hamid Karzai fue asesinado este mismo mes. A pesar de los reveses sufridos, el embajador de Estados Unidos Ryan Crocker dijo que los asesinatos en realidad significaban un debilitamiento de Al Qaeda en Afganistán.
Crocker declaró: “Yo diría que los talibanes están afectados al punto de no poder realizar más operaciones de campo, por lo que han tenido que reagruparse y ver qué pueden hacer, y en algunos casos eso ha significado perpetrar asesinatos. El patrón es muy similar en Irak. Obviamente estos atentados son horribles, pero también se los puede interpretar como una significativa debilidad de organización de parte del adversario”.