La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas Navi Pillay dice que más de 2.200 personas murieron en Siria víctimas de la represión de las fuerzas de ese país contra los manifestantes antigubernamentales, que ya lleva cinco meses. El lunes, Pillay delineó las conclusiones de un nuevo informe de la ONU sobre Siria.
Pillay afirmó: “La misión llegó a la conclusión de que, si bien las manifestaciones fueron en su mayor parte pacíficas, el Ejército y las fuerzas de seguridad han recurrido a una aparente política de tirar a matar. Se han utilizado francotiradores para que disparen contra manifestantes, transeúntes que ayudaban a los heridos y ambulancias. La misión también documentó incidentes de ejecuciones sumarias fuera del ámbito de las manifestaciones, durante allanamientos casa por casa y en hospitales. Víctimas y testigos denunciaron intentos generalizados de las fuerzas de seguridad de encubrir los asesinatos, inclusive por medio de enterramientos masivos”.