En Guatemala, un general retirado del Ejército obtuvo una ligera ventaja en las elecciones nacionales. De resultar electo, el general Otto Pérez Molina se transformaría en el primer ex militar en obtener la presidencia desde que finalizaran las dictaduras militares en 1986. Grupos de derechos humanos acusaron a Pérez de estar directamente involucrado en el uso sistemático de la tortura y de actos de genocidio durante la década de 1980. Pérez ha sostenido principalmente una plataforma que promete utilizar puño de hierro para aplastar los cárteles de droga.
Otto Pérez, candidato a la presidencia de Guatemala, dijo: “Es un reto que yo acepto, y que lo voy a luchar con carácter, con firmeza, al frente de las instituciones, para traer la paz y la seguridad, defender la vida de todas las guatemaltecas y guatemaltecos, para que podamos vivir con seguridad como lo merecemos”.
La activista maya laureada con el Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú es una de los nueve candidatos que se postulan a la presidencia.
Menchú dijo: “Que nos den oportunidad, en igualdad de condiciones, que no la hemos tenido, por supuesto, en estas elecciones. ¿Por qué? Porque hay candidatos que ya hipotecaron el país con el crimen organizado, que ya hipotecaron el país con dineros sucios y que vemos sus campañas multimillonarias y que eso no es gratis para Guatemala. Y por eso nos toca observar con mucha energía lo que viene de aquí en adelante, porque no vamos a permitir eso, no vamos a permitir que aquí gobierne el pasado, o gobierne el crimen organizado, o gobierne la corrupción, que es lo que básicamente tenemos enfrente”.