El gobierno de Obama condenó un intento de ataque contra el embajador estadounidense en Siria y otros funcionarios de esa nacionalidad en Damasco, capital del país. Docenas de partidarios del asediado Presidente sirio Bashar al-Assad intentaron atacar la caravana de funcionarios estadounidenses que se dirigía a reunirse con un líder de la oposición y luego no los querían dejar salir de la oficina donde se realizaba la reunión. En Washington, el vocero de la Casa Blanca Jay Carney acusó al gobierno sirio de estar involucrado en el hecho.
Carney afirmó: “Este tipo de ataques contra el personal diplomático, incluido nuestro embajador, son absolutamente injustificables. Claramente, esto es parte de una campaña para intimidar y amenazar a los diplomáticos que tratan de dar testimonio de la brutalidad del régimen de Assad. Día tras día, el embajador Ford se arriesga en forma personal para respaldar las legítimas aspiraciones del pueblo sirio”.