El general retirado del Ejército Otto Pérez Molina asumió como nuevo Presidente de Guatemala. Pérez es el primer ex militar en acceder a la presidencia guatemalteca desde el fin de la dictadura militar en 1986.
Otto Pérez Molina afirmó: “Levantémonos todos a izar la bandera azul y blanco en nuestros corazones y a trabajar por el cambio. Tendremos seguridad si la procuramos todos, tendremos desarrollo si nos esforzamos todos, tendremos paz si cada uno pone de su parte. Porque Guatemala nos pertenece a todos, sin importar nuestra condición social o económica”.
La plataforma con que Otto Pérez Molina se presentó como candidato a la presidencia de Guatemala se basó en la promesa de tener “puño de hierro” para aplastar los cárteles de droga. En su primer día como Presidente, Pérez llamó al Ejército para ayudar a “neutralizar” el crimen organizado en Guatemala. Pérez, que fue entrenado en la Escuela de las Américas, procura además que llegue a su fin una prohibición de Estados Unidos de brindar asistencia militar a Guatemala. Grupos de derechos humanos han acusado a Pérez de estar directamente involucrado en el uso sistemático de la tortura y en actos de genocidio en Guatemala en la década de 1980.
Jennifer Harbury, abogada de derechos humanos, expresó en Democracy Now! el año pasado: “Estamos todos muy preocupados por sus antecedentes de violaciones a los derechos humanos en Guatemala. Siempre declaró que no estuvo involucrado en la campaña genocida de 1982 en las tierras altas de Quiché, pero de hecho, ha circulado en Guatemala un video en el que aparece Allan Nairn entrevistándolo justamente mientras vigilaba varios cuerpos con señales de maltrato. Era comandante en ese momento. Y eso fue, por supuesto, el año en que entre el 70 y el 90 por ciento de las localidades del Triángulo Ixil fueron arrasadas”.
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