En la noche del martes, el Presidente Barack Obama pronunció el discurso del Estado de la Unión buscando capitalizar el creciente descontento público ante la desigualdad de ingresos en Estados Unidos. En sus comentarios, Obama caracterizó el desafío de la prosperidad colectiva como una opción entre un sistema que favorezca a los ricos y uno que dé a todos igualdad de oportunidades.
El mandatario dijo: “La cuestión definitoria de nuestro tiempo es cómo mantener viva esa promesa. No hay ningún desafío más urgente. Ningún debate es más importante. Podemos conformarnos con un país en donde le va a bien a una cantidad cada vez menor de personas, mientras un número creciente de estadounidenses apenas logra salir adelante, o podemos restaurar una economía en la que todos tengan su oportunidad, hagan su parte y se ajusten a las mismas reglas de juego. Lo que está en juego no son los valores demócratas o los valores republicanos, sino los valores estadounidenses”.
Entre sus propuestas, Obama reclamó la denominada norma Buffet, que gravaría a los millonarios con un mínimo de 30% por año. La propuesta tributaria se anunció poco después de que el potencial rival republicano de Obama, Mitt Romney, reveló que paga tan solo 13,9% por los millones de dólares que gana producto de sus inversiones.