El lunes, trabajadores belgas iniciaron la primera huelga general de ese país en casi veinte años, en protesta contra la cumbre de la Unión Europea en Bruselas. Debido a la huelga, cerraron en Bélgica trenes, ómnibus, escuelas y fábricas de importantes compañías, entre ellas Audi, Volvo y Coca Cola.
El Presidente del Sindicato Cristiano belga Marc Leemans manifestó: “Imponen una política de austeridad que no genera buenas perspectivas para Europa porque lo que hace en realidad es expandir la pobreza por Europa. Lo que necesitamos es una política que genere crecimiento, que genere empleo. Si no tenemos una política así, siempre vamos a tener una situación difícil, vamos a ser cada vez más pobres y esa no es la Europa que queremos”.