En las Naciones Unidas, Rusia se rehúsa a apoyar una resolución del Consejo de Seguridad respaldada por Estados Unidos en la que se exige al Presidente Bashar al-Assad que entregue el poder a un lugarteniente. Según Associated Press, la resolución preliminar insiste en que no se utilizarán fuerzas extranjeras en el país. Rusia acusó a las naciones occidentales y árabes de poner a Siria en el “camino a la guerra civil”. Rusia y China también acusaron a Estados Unidos y otros países occidentales de usar indebidamente un mandato de la ONU para derrocar al hombre fuerte de Libia, Moammar Gadhafi. En la Casa Blanca, el Secretario de Prensa Jay Carney se refirió a la crisis de Siria.
Carney afirmó: “Es importante ver hacia dónde va el proceso. La caída de Assad es inevitable, y entonces en la medida en que los gobiernos adoptan decisiones respecto a cómo se posicionan en esta cuestión y qué otros pasos hay que dar en relación con la brutalidad del régimen de Assad, es importante tomar en cuenta en los cálculos el hecho de que se va a ir”.
Mientras tanto, esta semana se está presentando como una de las más violentas desde que el régimen de Assad comenzó a reprimir a los manifestantes antigubernamentales hace diez meses. Los activistas dijeron que 53 personas murieron el lunes, entre las que se incluían 35 civiles.