Mientras tanto, una pareja binacional homosexual de San Francisco obtuvo una suspensión de la orden de deportación que amenazaba con separarlos. Bradford Wells, ciudadano estadounidense y Anthony John Makk, de Australia, han convivido por diecinueve años y figuran entre las primeras parejas homosexuales en haber contraído matrimonio legal en Massachusetts. Makk se enfrenta a la deportación desde que el gobierno de Obama le negara a él y a su marido los mismos beneficios de inmigración que se otorgan a las parejas heterosexuales en forma rutinaria. La decisión se basó en la Ley de Defensa del Matrimonio, una ley de 1996 conocida como DOMA por la que se niegan beneficios federales a las parejas homosexuales. El gobierno de Obama afirma que ya no defenderá la Ley DOMA en los tribunales; sin embargo, la ley continúa en vigor. El miércoles, se informó a Makk que se le había otorgado una suspensión transitoria de la orden de deportación, que le permite permanecer en Estados Unidos durante dos años. En declaraciones realizadas anteriormente para Democracy Now!, Bradford Wells se refirió a la posibilidad de este resultado.
Wells expresó: “No quiero que mi familia viva con una orden de deportación pendiendo sobre nosotros. Este hombre ha sido un buen hombre. Trabajó mucho. Obedeció la ley. No debería tener que vivir aquí con una orden de deportación. Debería acceder a los mismos derechos que cualquier persona que llega a este país. No ha hecho nada malo. Ha seguido las reglas. Se le deberían otorgar sus derechos y permitírsele permanecer aquí, pero no con una orden de deportación pendiente. Esa orden podría siempre recaer luego, si por alguna razón DOMA fuera considerada constitucional y esto se resolviera, pero no a nuestro favor. Si Anthony tiene una orden de deportación, eso va a añadir mucho stress a nuestra relación y va a significar mucho stress innecesario para mí, lo que no es bueno para mi salud. No es bueno para la salud de nadie vivir bajo una presión innecesaria. No hay beneficios para nadie”.
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