La cifra oficial de muertes de las fuerzas estadounidenses en Afganistán ha superado las 2.000 a más de 11 años de que comenzó la guerra. Hoy se produjo el ataque más reciente, en que un atacante suicida mató a 14 personas, entre ellas a tres soldados, en la provincia de Khost, al este del país. El ataque estuvo dirigido contra un grupo de soldados estadounidenses que se encontraban patrullando la zona. El domingo, dos estadounidenses murieron en otro ataque perpetrado por miembros de las fuerzas afganas. El subcomandante de la OTAN anunció el ataque.
El teniente general Adrian Bradshaw declaró: “Según información de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad) y del Ejército Nacional Afgano (ANA, por sus siglas en inglés), los disparos, en los que murió un soldado de la ISAF que fue herido de gravedad y su compañero civil, ocurrieron tras una breve conversación entre personal de ambas fuerzas”.