En Rusia, un tribunal liberó a una de las tres integrantes del grupo punk de protesta Pussy Riot, pero confirmó las condenas de prisión de las otras dos. En un caso que ha concitado la atención internacional, las mujeres fueron halladas culpables de vandalismo motivado por odio religioso luego de hacer una “plegaria punk” en el interior de una catedral exhortando a la Virgen María a deshacerse del líder ruso Vladimir Putin. Yekaterina Samutsevich fue liberada el miércoles luego de que sus abogados alegaran que ella jugó un papel menor en la protesta porque fue expulsada antes de que pudiera sacar la guitarra del estuche. En una audiencia judicial, Jaria Alyokhina, una de las integrantes de Pussy Riot que está presa, se disculpó con los miembros de la Iglesia ofendidos por la acción y dijo que el objetivo de ésta habían sido Putin y las élites rusas.
Maria Alyokhina dijo: “Queridos creyentes, no quisimos insultarlos. Nunca tuvimos esa intención. Fuimos a la catedral a expresar nuestra protesta, nuestra desesperada protesta contra la unión de las élites religiosas y políticas de nuestro país”.
Las otras dos integrantes de Pussy Riot seguirán presas durante dos años más.