Los legisladores demócratas y republicanos se enfrentaron el miércoles en la Cámara de Representantes para hablar de las fallas de seguridad previas al asesinato de cuatro miembros del consulado estadounidense en Libia, que tuvo lugar el mes pasado. Los legisladores republicanos acusaron al gobierno de Barack Obama de no proteger adecuadamente el consulado, mientras que los demócratas acusaron a los republicanos de recortar fondos que hubieran servido para costear la seguridad, en cuyo caso, las fallas que ahora critican no existirían. El miércoles, el Departamento de Estado reconoció haber rechazado pedidos de más seguridad en oficinas estadounidenses en Libia en los meses previos al ataque mortal. Un ex funcionario estadounidense en Libia, el Teniente Coronel Andrew Wood, dijo que las operaciones de seguridad en ese país habían sido “débiles”.
Andrew Wood declaró: “La seguridad en Benghazi fue una lucha y continuó siéndolo durante mi período allí. La situación continuó siendo incierta y la información de algunos libios señalaba que estaba empeorando. La seguridad diplomática continuó siendo débil. En abril, hubo tan solo un agente estadounidense de seguridad diplomática allí. El oficial de seguridad regional intentó, con dificultad, obtener más personal allí [en Benghazi], pero nunca logró alcanzar los números que consideraba necesarios”.