El gobierno sirio está siendo acusado de continuar lanzando bombas racimo contra áreas civiles en ataques recientes contra bastiones rebeldes. En un nuevo informe, Human Rights Watch afirma que el régimen del Presidente sirio Bashar al-Assad ha utilizado aviones y helicópteros militares para lanzar municiones en racimo, que ponen en más peligro a los civiles, ya que quedan explosivos sin detonar en el suelo. El Director de Human Rights Watch ante la ONU, Philippe Bolopion, condenó los ataques.
Bolopion declaró: “Esta es una muestra más del total desinterés del régimen sirio por las vidas de sus propios ciudadanos y niños. Porque sabemos ahora que el gobierno está utilizando bombas racimo contra las zonas pobladas y, por supuesto, estas armas son sumamente peligrosas para la población civil y para los niños debido a que la mayoría de los explosivos quedan sin estallar en el suelo y permanecen activos durante semanas, meses o incluso años”.