Grupos de derechos humanos dicen que al menos 28.000 personas desaparecieron en Siria tras ser secuestradas por soldados o milicianos durante los diecinueve meses de conflicto entre el Presidente sirio Bashar al-Assad y los rebeldes que tratan de derrocarlo. Mientras tanto, Turquía abrió fuego contra Siria luego de que un proyectil de mortero de este país cayera dentro de sus fronteras. Ya se habían generado tensiones entre los dos países luego de que una explosión similar ocasionada por Siria matara a cinco civiles turcos a principios de este mes. Tanto Turquía como Irán han declarado su apoyo a un plan del enviado de la ONU y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi, de un cese al fuego entre los rebeldes y el gobierno sirio que se desarrollaría en ocasión de una festividad musulmana que tendrá lugar próximamente. Durante un viaje a la región realizado el miércoles, Brahimi advirtió que la agitación de Siria podría propagarse
El enviado de la ONU y la Liga Árabe afirmó: “Los países vecinos tienen dos preocupaciones. Primero, nadie puede ignorar los padecimientos que está sufriendo el pueblo sirio. No creo que nadie esté contento con lo que está sucediendo en Siria. En segundo lugar, esos países deberían darse cuenta, tal como lo hemos escuchado de los funcionarios hoy en el Líbano, que esta crisis no puede permanecer indefinidamente dentro de las fronteras de Siria. O se encara el problema o se propagará… y devorará todo”.