La tormenta ya se cobró la vida de 66 personas en el Caribe, donde provocó estragos en Haití y Cuba. En Haití, un alto funcionario de ayuda de la ONU advirtió sobre el creciente riesgo de que se produzca un nuevo brote de enfermedades transmitidas por el agua.
Johan Peleman declaró: “Toda la península del sur, incluso la provincia, el condado donde se encuentra Puerto Príncipe, ha sido muy afectada por las inundaciones. Los ríos han salido de su cauce y han desbordado los canales que atraviesan Puerto Príncipe, debido a que la ciudad está en un valle rodeado de cerros. Nuestro mayor temor es que se produzca un aumento de las enfermedades transmitidas por el agua, especialmente del cólera, que siempre vemos luego de las inundaciones o de las fuertes lluvias en Haití”.