En Haití, lluvias torrenciales y devastadoras inundaciones causaron la muerte de al menos once personas y dejaron sin hogar a otras miles los pasados días, sólo dos semanas después de que ese país se viera devastado por el huracán Sandy. Los ríos se desbordaron, las cosechas fueron destruidas y los trabajadores de ayuda humanitaria afirman encontrarse en extrema necesidad de suministros.
Marie Jocelyne Jacques, jefa Scout, expresó: «Tenemos unas 150 personas aquí y sólo doce sacos de pan. Nos dieron cuatro cajas de jugo desde esta mañana y el Programa Mundial de Alimentos nos trajo dos paquetes de galletas para cada uno. Aquí hay personas discapacitadas, bebés y mujeres que dieron a luz aquí mismo anoche. Lo que significa que no tenemos nada para ellos”.