El tema de los recortes impositivos a los estadounidenses más ricos se convirtió en el centro de atención de la lucha política ante el posible “precipicio fiscal” de aumentos impositivos e incremento de gastos que podrían llevar al país a una recesión económica a principios del año próximo. El periódico The New York Times informa que Obama espera reclutar ejecutivos de compañías a fin de presionar a los republicanos a aceptar impuestos más altos a cambio de asegurarles que contarán con los votos demócratas para reducir supuestos derechos, como los de los programas Medicare y Medicaid. El sábado, el Presidente Obama defendió los aumentos impositivos a los más ricos.
El Presidente Obama expresó: “Ahora, estoy abierto a acuerdos y a nuevas ideas. Sin embargo me niego a aceptar cualquier enfoque que no sea equilibrado. No voy a pedir a los estudiantes o a los jubilados o a las familias de clase media que paguen todo el déficit mientras que a las personas que ganan más de 250.000 dólares al año no se les pide que paguen un céntimo más de impuestos”.
Por su parte, el Presidente republicano de la Cámara de Representantes John Boehner se pronunció contrario a cualquier tipo de aumento impositivo que forme parte de un acuerdo para evitar el supuesto “precipicio fiscal”.
Boehner afirmó: “En vez de aumentar las tasas de impuestos al pueblo estadounidense y aceptar el daño que ello infligiría a nuestra economía, empecemos a solucionar realmente el problema. Centrémonos en una reforma tributaria que impida los resquicios legales a intereses especiales y que reduzca las tasas impositivas. En vez de aceptar recortes arbitrarios que pondrán en riesgo nuestra seguridad nacional, seamos serios a la hora de reforzar los programas que otorgan derechos y prestaciones, los cuales son los principales causantes de la ya enorme y creciente deuda de nuestro país”.
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