El Presidente Barack Obama iniciará las conversaciones sobre la reducción del déficit el viernes, con un pedido de un aumento impositivo de 1,6 billones de dólares a las empresas y a los estadounidenses más ricos en los próximos diez años. La cifra es el doble del total ofrecido por los representantes republicanos en las conversaciones sobre la deuda el año pasado. El martes, los demócratas sostuvieron que se opondrían a los pedidos de los republicanos de mantener los recortes impositivos del gobierno de George W. Bush para quienes perciben mayores ingresos a cambio de eliminar las deducciones. No queda claro si Obama reactivará su iniciativa previa de aumentar la edad de jubilación a 67 años y de poner un límite al aumento de beneficios de la Seguridad Social. Obama y el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, iniciarán negociaciones el viernes para evitar el denominado “precipicio fiscal” de recortes impositivos próximos a su vencimiento y reducciones automáticas del gasto que está previsto que entren en vigor a finales de este año. El Secretario del Tesoro, Timothy Geithner, hizo hincapié en la urgencia de alcanzar un acuerdo.
Timothy Geithner declaró: “Sé que el precipicio no es atractivo, que podría causar mucho daño a la economía estadounidense. Ese daño es evitable. No es tan complicado de resolver. Pero cuidado con los que hablan a favor y dicen ‘vamos a ampliar mientras debatimos, mientras negociamos’. Esto dejará la incertidumbre que no desean sobre la mesa, y dejará otro tipo de incertidumbre, que es lo que le dará incentivo a la gente para responder y hacer algo radical”.
Inicio