Tras el alto el fuego, surgen informes que suscitan especulaciones acerca de que Israel habría lanzado la ofensiva como forma de preparación para un probable ataque futuro contra Irán. Citando a “funcionarios estadounidenses e israelíes” anónimos, el periódico New York Times informa que el ataque a Gaza y los ataques con cohete que provocó fueron “como ejercicios de práctica de cara a una posible futura confrontación armada con Irán, centrados en cohetes mejorados que pudieran alcanzar Jerusalén y nuevos sistemas antimisiles para repelerlos.” En Naciones Unidas, el embajador palestino Riyad Mansour denunció a Israel por utilizar el ataque contra Gaza como lo que calificó de “experimento.”
Riyad Mansour declaró: “El pueblo palestino no debería servir de experimento para que las fuerzas israelíes traten de causar la muerte de cientos y de herir a otros miles de palestinos a voluntad. Tenemos que poner fin a la opción de la guerra y abrir las puertas a opciones de paz, que pongan fin a la ocupación y lleven a la independencia de nuestro estado.”