El pasado lunes, Estados Unidos se resistió a los llamados a profundizar la reducción de emisiones y afirmó que el gobierno de Obama se ajustará a la promesa efectuada en 2009 de reducir las emisiones en un 17% sobre los niveles de 2005 para el año 2020. Las declaraciones fueron efectuadas a pesar de la petición presentada por países de escasos recursos solicitando mayor acción para contribuir a que el mundo evite nuevas graves tormentas, sequías, inundaciones y aumento en el nivel de los mares. Un analista de Action Aid Estados Unidos indicó que el cambio climático tiene un impacto más duro sobre los países pobres.
Brandon Wu expresó: “Lo que sucede cuando hay una sequía en Estados Unidos y los precios suben, lo que sucede cuando un huracán azota Nueva York, como saben, es algo serio, es un problema, pero ¿qué pasa cuando los mismos desastres azotan países que no cuentan ni cerca con los mismos recursos? ¿Qué sucede por ejemplo cuando un huracán azota a Haití? ¿Qué sucede cuando hay sequía en el Sahel? El impacto es mucho más grave y hay una dimensión real de justicia climática en esta discusión que tiene que ocupar un papel mucho más relevante en Estados Unidos”.