La embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Susan Rice, se reunió el martes con tres de sus principales críticos en un intento por calmar las afirmaciones de los republicanos de que Rice engañó voluntariamente al público estadounidense acerca de los atentados mortales contra la misión estadounidense en Benghazi. Tras la reunión, los tres senadores republicanos aparentemente aumentaron su oposición a la posible nominación de Rice como Secretaria de Estado. Las senadoras Lindsey Graham, de Carolina del Sur, y Kelly Ayotte, de New Hampshire, se comprometieron a intentar impedir que Rice suceda a Hillary Clinton en el cargo. El senador de Arizona John McCain dijo a la prensa luego de la reunión que aún le preocupaban las declaraciones anteriores de Rice acerca de los atentados en Libia.
McCain declaró: “Quedó claro que la información que brindó al pueblo estadounidense era incorrecta cuando afirmó que se trató de una manifestación espontánea provocada por un video de odio. No lo fue y hubo pruebas fehacientes en el momento de que ese no fue el caso, como declaraciones de libios y de otros estadounidenses que son plenamente conscientes de que la gente no asiste a una manifestación espontánea con morteros y granadas propulsadas por cohetes”.
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