El soldado estadounidense acusado de la masacre de civiles afganos en el mes de marzo compareció ante la justicia el lunes para una audiencia preliminar que determinará si enfrentará una corte marcial actuando en pleno. Robert Bales enfrenta dieciséis cargos por asesinato, uno por cada una de sus víctimas. Musa Mahmuddi, de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, exhortó a Estados Unidos a que garantice que los familiares de las víctimas serán escuchados.
Mosa Mahmuddi dijo: “Exigimos y pedimos con firmeza a Estados Unidos que se haga justicia y que el proceso se base en los principios de un juicio justo, en el que se dé oportunidad y tiempo a los familiares de las víctimas y a los miembros a ser representados y oídos en los tribunales de Estados Unidos”.
Robert Bales estaba en su cuarto período de servicio en combate, tras temporadas previas en Irak y Afganistán. El lunes, un ex militar que realizaba su servicio junto con él testificó que Bales no había mostrado ningún arrepentimiento tras perpetrar los asesinatos. Los fiscales piden la pena capital para este caso.