La prioridad de la agenda nacional de Obama tras su reelección es el denominado “precipicio fiscal” de 700.000 millones de dólares en recortes de impuestos próximos a su vencimiento y la reducción automática del gasto, que está programado que entren en vigor a finales de este año. Según los términos del acuerdo de deuda del año pasado, Obama y los senadores demócratas deberán ponerse de acuerdo sobre un paquete de reducción del déficit con los representantes republicanos, de lo contrario afrontarán recortes automáticos que probablemente provocarán una contracción de la economía. El jueves, un nuevo estudio de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por su sigla en inglés) sostuvo que la iniciativa de Obama de poner fin a los recortes impositivos para los estadounidenses más ricos —aprobados en el gobierno de Geroge W. Bush—, mientras que se mantienen los recortes para los ciudadanos de menores ingresos no perjudicará el crecimiento económico. Los republicanos han insistido en mantener los recortes impositivos a los ricos como parte del paquete de reducción del déficit, ya que sostienen que generará empleos. Sin embargo, el grupo independiente CBO estima que la medida reduciría el crecimiento del empleo en alrededor de 200.000 puestos de trabajo, mucho menos de los 700.000 puestos de trabajo que se perderían según el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner.
CBO: poner fin a recortes impositivos de los más ricos no perjudicará crecimiento económico
Titular09 Nov. 2012