Mientras tanto, el gobierno británico deberá pagar 3,5 millones de dólares como parte de un acuerdo extrajudicial a otra víctima vinculada al programa de entrega extraordinaria de la CIA. Sami al Saadi, uno de los principales opositores del ex presidente libio Muammar Gaddafi, fue enviado por la fuerza a Libia junto con su esposa y sus cuatro hijos en 2004. En una operación conjunta entre Estados Unidos, Gran Bretaña y el entonces gobierno de Gaddafi en Libia, Saadi y su familia fueron obligados a abordar un avión en Hong Kong, en el que fueron enviados de regreso a Libia donde fueron encarcelados y Saadi fue torturado. Kat Craig, Director Jurídico de la organización de beneficencia británica Reprieve, dijo que Gran Bretaña desempeñó un papel fundamental en el calvario de Saadi.
Kat Craig declaró: “La inteligencia británica dio lugar a la entrega y funcionarios británicos interrogaron a estos individuos mientras estaban detenidos bajo el régimen de Gaddafi y mientras eran torturados. La única motivación de al-Saadi ahora es lograr justicia y castigo para los culpables para asegurarse de que esto no le suceda a otras personas y que el gobierno británico cumpla con la ley, debido a que no lo hizo en el caso en que al-Saadi y su familia fueron entregados y además fue cómplice de su entrega”.
Saadi fue uno de varios libios entregados por Estados Unidos y Gran Bretaña a Libia, a pesar de que sabían que serían torturados. Las pruebas de la colaboración de la CIA con Gaddafi salieron a la luz luego del derrocamiento de su régimen en 2011, que contó con el apoyo de Estados Unidos.