El atentado se produjo poco después de una visita del secretario de Defensa de Estados Unidos, Leon Panetta, que estuvo en Afganistán para debatir el futuro rol de las tropas de su país tras el plazo fijado para la retirada en 2014. En una aparición conjunta con el Presidente afgano Hamid Karzai, Panetta reiteró la promesa de Estados Unidos de mantener una “presencia duradera” en el país asiático.
El secretario de Defensa declaró: “Vamos a mantener una presencia duradera en Afganistán luego de 2014. Iremos reduciendo nuestras fuerzas; obviamente el Ejército afgano asumirá plena responsabilidad por la seguridad del país, pero estaremos allí para dar apoyo, entrenamiento y asistencia, para ayudar en el antiterrorismo y para brindar respaldo a las fuerzas que están aquí. Por lo tanto, mantendremos una presencia duradera”.