Tras la masacre de Newtown, varios legisladores que apoyan la tenencia de armas señalaron su nueva voluntad de flexibilizar su oposición a las restricciones para control de armas. El lunes, el senador Joe Manchin, de Virginia Occidental, defensor de larga trayectoria de los “derechos a las armas” afirmó que cuando se trata el tema de control de armas, “hay que poner todo sobre la mesa”. El senador Mark Warner de Virginia dijo también que apoyará normas “más estrictas” y afirmó que la masacre “modificó el escenario”. El líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid —también partidario de la libertad de tenencia de armas—, afirmó que la masacre suscitará “una significativa conversación y un reflexivo debate acerca de cómo modificar unas leyes y una cultura que permiten el aumento de la violencia”. En un comunicado, el congresista demócrata John Yarmuth de Kentucky se disculpó por “haber permanecido en silencio durante tanto tiempo respecto al tema de la violencia con armas”. Y agregó estar “ahora tan dolido por ello como por lo que sucedió a las familias que perdieron tanto”. Durante una conferencia de prensa, el alcalde de la Ciudad de Nueva York y partidario del control de armas Michael Bloomberg exhortó a Washington a tomar medidas significativas.
Bloomberg expresó: “La violencia con armas constituye una epidemia nacional y una tragedia nacional que exige más que palabras. Somos el único país industrializado que tiene este problema, en todo el mundo, somos el único, y por eso necesitamos acciones inmediatas a nivel nacional por parte del Presidente y el Congreso. Esto debería ocupar el primer lugar de sus agendas, porque lo que sucedió en la escuela Sandy Hook Elementary lamentablemente no fue algo excepcional”.