Mientras que la expansión de los asentamientos hizo que al menos cinco países europeos hayan llamado a los respectivos embajadores israelíes, el gobierno de Barack Obama ofreció una tibia respuesta y dijo que la construcción es “contraproducente”. En defensa del aumento de los asentamientos de Israel, el Ministro de Relaciones Exteriores de ese país, Avigdor Liberman, hizo referencia a la política establecida por el Presidente George W. Bush.
Liberman dijo: “Quiero recordarles que la construcción (de asentamientos) en Jerusalén está de acuerdo con las leyes israelíes; si alguien quiere seguir investigando, puede ir a la carta de Bush y ver todos esos bloques de asentamientos y los cambios en el territorio sobre los que el Presidente de Estados Unidos habló en ese entonces en su carta a Israel”.