El domingo se realizaron homenajes en Japón y el mundo en honor a las víctimas del terremoto y tsunami del año pasado que dejó un saldo de 20.000 muertos y provocó el accidente en la central nuclear Fukushima Dai-ichi. Fue el peor desastre nuclear desde Chernobil. Alrededor de 326.000 habitantes japoneses siguen sin hogar, entre ellos 80.000 evacuados de los alrededores de la planta de Fukushima. Las autoridades impusieron una zona de exclusión de 20 kilómetros alrededor de la planta y es posible que a los habitantes no se les permita regresar jamás. El domingo, más de 12.000 personas participaron en una protesta antinuclear en Tokio en forma de “cadena humana” alrededor del Parlamento.
Prentice Koo, organizadora de la protesta antinuclear de Greenpeace declaró: “Si bien nadie murió ahora, cualquier persona puede prever que el impacto de Fukushima durará más de una década, hasta un siglo. Entonces incluso Japón, un país desarrollado, no puede manejar desastres nucleares, entonces realmente es un mensaje fuerte para todos saber que cuando hay problemas en los reactores nucleares nadie puede controlarlos”.