La Organización de las Naciones Unidas anunció que pronto enviará a observadores de derechos humanos a países limítrofes de Siria para recopilar testimonios de testigos de las “atrocidades” cometidas en el país. La noticia surge un día después de que la reunión especial del Consejo de Seguridad sobre la “Primavera Árabe” demostró que los cinco miembros permanentes no estaban cercanos a romper el estancamiento en las negociaciones sobre Siria. La secretaria de Estado Hillary Clinton exhortó a la comunidad internacional a tener una posición unificada sobre Siria.
Hillary Clinton declaró: “Estados Unidos cree firmemente en la soberanía y la integridad territorial de todos los estados miembros, pero no creemos que la soberanía exija que este Consejo no se pronuncie cuando los gobiernos masacran a sus propios pueblos, amenazando la paz y la seguridad nacional. Y rechazamos cualquier incidente similar al homicidio premeditado por parte del aparato militar de un gobierno y las acciones de civiles bajo sitio que son impulsados a la autodefensa”.
El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavroy, dijo que las autoridades sirias tienen un alto grado de responsabilidad, pero insistió en que los combatientes y militantes de oposición también están perpetrando actos de violencia.
Lavrov declaró: “Demandar precipitadamente un cambio de régimen, imponer sanciones unilaterales diseñadas para desencadenar dificultades económicas y tensiones sociales en los países, inducir a la oposición a la confrontación permanente con las autoridades en lugar de promover el diálogo, hacer llamados en respaldo a la confrontación armada e incluso a la intervención militar extranjera, todo lo anterior es parte de recetas riesgosas de ingeniería geopolítica que sólo pueden derivar en la expansión del conflicto”.