Los trabajadores de una serie de organizaciones no gubernamentales extranjeras abandonaron Egipto tras el levantamiento de una prohibición del gobierno militar que les impedía viajar. Egipto había prohibido a 43 trabajadores de organizaciones no gubernamentales, incluidos 16 ciudadanos estadounidenses, abandonar el país sobre la base de acusaciones de usar ilegalmente fondos extranjeros para agitar la oposición al gobierno militar egipcio. La cuestión tensó las relaciones con Estados Unidos, que amenazó con retirar miles de millones de dólares de ayuda. Los trabajadores fueron autorizados a irse del país con la condición de que pagaran fianza, pero no se levantó ninguno de los cargos. En Washington, la vocera del Departamento de Estado Victoria Nuland dijo que en Estados Unidos hay preocupación por los cargos.
Nuland aseveró: “La partida de nuestra gente no resuelve la causa legal o problemas mayores que conciernen a las ONG. Seguimos muy preocupados por los juicios contra las organizaciones no gubernamentales en Egipto y el resultado final del proceso legal. Y seguiremos trabajado con el gobierno egipcio en esas cuestiones”.