El lunes, el Presidente Barack Obama dio la bienvenida a la Presidenta brasileña Dilma Rousseff a la Casa Blanca. Obama elogió a Brasil por su rápido crecimiento económico.
El mandatario dijo: “Es una oportunidad para destacar el extraordinario progreso de Brasil bajo la conducción de la Presidenta Rousseff y su predecesor, el Presidente Lula, ya que pasaron de una dictadura a la democracia, se embarcaron en un camino de extraordinario crecimiento, sacaron a millones de personas de la pobreza y se convirtieron, no sólo en la principal voz de la región, sino del mundo”.
La Presidenta brasileña, Dilma Rousseff, criticó la política monetaria de Estados Unidos, ya que ha perjudicado a Brasil y otros países en desarrollo. Rousseff dijo que la decisión del país norteamericano de dejar las tasas activas de referencia cerca de cero ha creado una sobrecarga de dinero especulativo que inunda economías como la de Brasil.
La Presidenta Rousseff manifestó: “Tales políticas monetarias expansionistas, por sí mismas, aisladas de las políticas fiscales, en último término llevan a la depreciación del valor de las monedas de los países desarrollados, lo cual perjudica las perspectivas de crecimiento de los países emergentes”.
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