Continúan las manifestaciones en favor de la democracia en Bahréin con vistas al Gran Premio de Fórmula Uno de esta semana. El jueves, las fuerzas bahreiníes lanzaron gases lacrimógenos y granadas de estampida a centenares de manifestantes en la capital, Manama. El activista bahreiní defensor de los derechos humanos Nabeel Rajab criticó a los responsables del premio de Fórmula Uno por organizar la carrera en medio de la represión de la monarquía sunita gobernante.
Nabeel Rajab declaró: “No estamos en contra de la Fórmula Uno porque sí; sabemos que a nuestro país le gusta este deporte. Pero estamos en contra de premiar a los dictadores. La Fórmula Uno en Bahréin ha sido tomada como una instancia de relaciones públicas por la elite gobernante, los dictadores represores que gobiernan el país”.