El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó por unanimidad una resolución ruso-europea que autoriza el envío inicial de 300 observadores militares no armados a Siria durante tres meses para ayudar a reforzar el frágil cese del fuego que comenzó hace una semana. El envío de observadores depende de una evaluación acerca del cumplimiento del acuerdo de paz de seis puntos mediado por el enviado Kofi Annan. La embajadora estadounidense ante las Naciones Unidas, Susan Rice, afirmó que Estados Unidos no apoyaría la renovación de la misión de observación luego de tres meses si el gobierno sirio no cumple con el acuerdo de paz.
Rice declaró: “Si no hay un cese ininterrumpido de la violencia, plena libertad de movimiento para el personal de la ONU y avance rápido y significativo en otros aspectos, es decir todos los demás aspectos del plan de paz de seis puntos, entonces debemos concluir que esta misión seguirá su curso. No esperaremos 90 días para tomar medidas contra el gobierno sirio si continúa violando sus compromisos o impidiendo el trabajo de los observadores”.
El embajador ruso Vitaly Churkin acogió la resolución con beneplácito y afirmó que el aparente pesimismo de Estados Unidos no era de ayuda.
Churkin afirmó: “Sabemos, no somos ingenuos, que aún hay fuerzas poderosas que no solo cuestionan la estrategia, sino que también quisieran que la estrategia fracasara porque, como escuchamos hoy en la gran sala, ya tienen otros planes con respecto a la situación en Siria. Nada de esto es de ayuda”.
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