La esperanza de que se produzca un cese del fuego en Siria parece correr peligro luego de que el gobierno de Bashar al-Assad exigió garantía por escrito de que los grupos rebeldes pondrán fin a los enfrentamientos antes de que el gobierno retire sus soldados según los términos del plan de paz de las Naciones Unidas. El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, facilitó un acuerdo para que Siria comenzara a retirar los soldados de las localidades y ciudades el martes y para que, a continuación, comenzara una tregua 48 horas. Turquía acusó a las fuerzas sirias de disparar a través de la frontera turca y de herir a tres personas cerca de uno de los mayores campos de refugiados que alberga a ciudadanos sirios. Miles de refugiados sirios viven ahora en campos de refugiados.
Un refugiado sirio declaró: “Lo dejamos todo: nuestra casa, nuestras familias. Siempre pienso en mi casa, en mi familia, en mis parientes y vecinos allí. Los extraño y quiero regresar en cuanto termine el derramamiento de sangre”.
En otra noticia de Siria, Human Rights Watch acusó a las fuerzas de seguridad sirias de realizar ejecuciones sumarias de más de cien civiles y de herir o capturar a combatientes de la oposición durante los recientes ataques contra ciudades y poblados.