Los líderes europeos concluyeron la cumbre regional celebrada en Bruselas sin llegar a un acuerdo sobre cómo atajar la crisis de la deuda soberana que amenaza con fracturar la zona del euro. Durante la cumbre tuvo lugar un choque entre la canciller alemana, Angela Merkel, y el recién investido presidente francés, François Hollande, debido al llamamiento de este último a utilizar los eurobonos para ayudar a los Estados miembros que están sofocados por sus deudas. Previo a las próximas elecciones griegas, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, declaró que la Unión Europea (UE) espera que Grecia adopte las medidas de austeridad necesarias para obtener préstamos.
Herman Van Rompuy dijo: “Nos aseguraremos de que los fondos y los instrumentos estructurales europeos sean movilizados para encaminar a Grecia hacia el crecimiento y la creación de empleos. Para Grecia, la mejor manera de garantizar un futuro próspero en la zona del euro es seguir adelante con las reformas imprescindibles para restaurar la sostenibilidad de la deuda, promover la inversión privada y consolidar sus instituciones. Esperamos que después de las elecciones, el nuevo gobierno griego tome este camino”.