Este lunes, el activista bahreiní a favor los derechos humanos Abdulhadi al-Khawaja, el cual cumple una pena en prisión, acabó con su huelga de hambre después de 110 días. Su abogado declaró que la huelga de hambre fue un éxito, en el sentido de que puso en evidencia la situación apremiante de los prisioneros políticos en Bahréin. Aunque al-Khawaja sigue en prisión, su colega Nabeel Rajab fue liberado tras pagar una fianza, después de haber permanecido casi un mes en prisión. Sobre Rajab, presidente del Centro Bahreiní para los Derechos Humanos, aún pesa una prohibición de viaje, además de que se han presentado cargos penales contra él por haber supuestamente “incitado” protestas y “difamado” a las fuerzas de seguridad. Rajab juró que seguirá peleando por la democracia en Bahréin.
Nabeel Rajab dijo: “Voy a seguir luchando, sin importar cuánto me cueste, sin importar cuántos días o cuántos años me tome. Estoy convencido de que este es el costo de la lucha y de la libertad por la cual estamos peleando […]”.