El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, reveló una propuesta para prohibir los envases de refrescos de gran tamaño en un esfuerzo por abordar la obesidad. El Comisionado de Salud de Nueva York, Thomas Farley, dijo que el plan mejoraría la salud y el bienestar de los neoyorquinos.
Farley expresó: “Tenemos una crisis de obesidad, y la gente por lo general opta por lo que se le ofrece, y si esta opción es insalubre y contribuye a la crisis de salud, corresponde que el gobierno diga que piensa que la opción que se ofrece debe ser más saludable. De todos modos, la gente igual tiene la posibilidad de comprar más que eso. No tienen la posibilidad de comprar grasas trans en los restaurantes, pero sí tienen la opción de comprar más bebidas azucaradas si así lo quieren”.
El plan ya es blanco de las reacciones empresariales. Coca Cola y McDonald’s condenaron la propuesta, que prohibiría que en varios lugares de la ciudad se vendieran refrescos en vasos de más de dieciséis onzas, que equivale a la capacidad del vaso más chico de McDonald’s. Un vocero de esta empresa dijo que la prohibición era “estrecha de miras y equivocada”, en tanto que Coca Cola también la criticó y afirmó que los “neoyorquinos esperan y se merecen más que esto”. Defensores de la salud pública han elogiado la propuesta y la han calificado como una medida necesaria en la lucha contra la obesidad.
Inicio