Mientras tanto, activistas sirios denuncian que las fuerzas progubernamentales perpetraron nuevos asesinatos masivos de civiles. El jueves, según se informa, trece obreros fabriles habrían sido obligados a descender de un ómnibus cerca de la localidad occidental de Qusair, tras lo cual fueron asesinados a tiros. En Washington, el Secretario de Prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, advirtió que al régimen de Assad se le está acabando el tiempo para encontrar una solución pacífica al levantamiento, que ya lleva más de un año.
Carney afirmó: “La alianza de Assad con Irán es una ofensa directa al pueblo sirio, la revolución y los árabes del Medio Oriente y el norte de África. También estamos centrados en impedir que Irán siga apoyando financiera, material y logísticamente al régimen sirio. Hemos dejado en claro, junto con el Presidente y otros más, que la ventana de oportunidad para permitir la transición política pacífica en Siria no permanecerá abierta mucho tiempo más”.