Amnistía Internacional está acusando al gobierno sirio de crímenes contra la humanidad y de atacar deliberadamente áreas civiles vinculadas con el apoyo a los rebeldes de la oposición. En un nuevo informe, Amnistía afirma que sus investigadores recopilaron pruebas de que 23 pueblos y localidades fueron víctimas de la matanza indiscriminada de las fuerzas del gobierno y milicias afiliadas. La asesora de Amnistía, Donatella Rovera, afirmó que los civiles deben soportar una brutalidad generalizada.
Rovera declaró: “La población civil tiene que soportar las peores consecuencias, está atrapada en medio del conflicto y está siendo atacada sin piedad por las fuerzas del gobierno que han atacado las localidades y los pueblos, al ingresar a las casas de la gente y sacar a los hombres de sus casas y ejecutarlos frente a sus familias y quemar sus hogares”.
En el informe, Amnistía renovó su pedido de prohibición de armas en Siria y de que el Consejo de Seguridad remita al gobierno sirio a la Corte Penal Internacional.