El gobierno de Barack Obama declaró que, el lunes pasado, los ataques de aviones no tripulados estadounidense que dejaron un saldo de por lo menos quince muertos en Paquistán, acabaron con la vida del segundo al mando de Al Qaeda, Abu Yahya al-Libi. El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, se refirió a la muerte de al-Libi como una gran derrota para Al Qaeda.
Carney dijo: “Creemos que se trata de un golpe importante, la muerte de al-Libi es un golpe importante para Al Qaeda. Matar al segundo al mando por segunda vez en menos de un año supone dañar la moral y la cohesión del grupo y, más que nunca, llevarlo hacia su propia desaparición”.
Pese a las declaraciones de Estados Unidos, los líderes de Al Qaeda en Paquistán han afirmado que al-Libi sobrevivió al ataque, aunque su guardaespaldas y su chofer perdieron la vida. No se sabe si el ataque generó víctimas civiles.